Padres y madres de familia se manifestaron frente al Jardín de Niños Juan Enrique Pestalozzi, ubicado en la colonia Vibar, en León, Guanajuato, para denunciar los presuntos abusos sexuales y maltratos cometidos por una maestra de kínder contra varios menores.
Las familias aseguran que, desde mediados de mayo, detectaron que sus hijos e hijas habían sido víctimas de violencia física, emocional y sexual por parte de la educadora, quien desapareció del plantel después de que salieran a la luz los primeros testimonios de los niños.
Según los relatos de los padres, la docente utilizaba juegos como excusa para abusar de los menores. “Les decía: ‘Vamos a jugar, el que pierde recibe un castigo’”, explicó una madre. Sin embargo, estos “castigos” eran en realidad actos de abuso sexual, principalmente contra niñas de entre 4 y 5 años.
Además, los padres denunciaron que la maestra maltrataba físicamente a los cerca de 30 niños del salón, pero cuando se quejaron con la directora, no recibieron respuestas claras.
Durante la protesta, los manifestantes exigieron justicia con cartulinas que decían: “Los niños no se tocan” y “Directora cómplice”. Una de las madres relató que, hace 15 días, se reunieron con la directora, pero no hubo soluciones.
Denuncias ante la Fiscalía y posibles antecedentes
El 30 de mayo, las familias afectadas presentaron una denuncia formal ante la Fiscalía General del Estado de Guanajuato, donde se abrieron dos carpetas de investigación (66623/25 y 66628/25) por abuso sexual infantil y violación agravada.
Lo más preocupante es que la maestra llevaba más de 16 años trabajando en el mismo kínder, lo que hace sospechar a los padres que podría tener más víctimas de años anteriores.
Los padres también denunciaron que otra educadora del mismo plantel habría maltratado emocionalmente a los niños, lo que aumentó la indignación y llevó a cuestionar por qué la escuela sigue funcionando sin tomar medidas más severas.
Respuesta de la Secretaría de Educación de Guanajuato
Ante el escándalo, la Secretaría de Educación de Guanajuato (SEG) emitió un comunicado en el que aseguró:
Brindar apoyo psicológico a las familias afectadas.
Mantener colaboración con la Fiscalía para una investigación ágil y transparente.
Reafirmar su política de cero tolerancia hacia cualquier violencia contra menores.
Sin embargo, los padres siguen sin conocer avances concretos en el caso y exigen que se haga justicia.
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